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© 2023. Hernán Rodríguez

Científicos chinos laboratorio - Hernán Rodríguez

China se convierte en una superpotencia científica

China ha emergido como una superpotencia científica, avanzando en campos que van desde la biología hasta la física de superconductores, según un reportaje de The Economist. En el atrio del edificio de investigación de la Academia China de Ciencias (CAS) en Beijing, una imponente pared de patentes exhibe 192 certificados de innovaciones protegidas, principalmente semillas.

La CAS, la mayor organización de investigación del mundo, junto con otras instituciones chinas, produce una vasta cantidad de investigaciones sobre la biología de cultivos alimentarios. Recientemente, científicos chinos han identificado genes que mejoran significativamente el rendimiento y la adaptabilidad de cultivos como el trigo, sorgo, mijo y maíz. En otoño pasado, los agricultores en Guizhou completaron la segunda cosecha de arroz gigante modificado genéticamente, desarrollado por científicos de la CAS.

Prioridad nacional en investigación agrícola

El Partido Comunista Chino (PCC) ha priorizado la investigación agrícola para garantizar la seguridad alimentaria del país. En la última década, la calidad y cantidad de investigaciones sobre cultivos en China ha aumentado notablemente, posicionando al país como líder mundial en este campo. Según un editor de una prestigiosa revista europea de ciencias vegetales, en algunos meses, la mitad de las presentaciones provienen de China.

Un poder científico emergente

En 2019, The Economist se preguntaba si China podría convertirse en una superpotencia científica. Hoy, la respuesta es un rotundo «sí». Los científicos chinos han superado a sus homólogos en dos métricas clave de ciencia de alta calidad, y el crecimiento en investigación de primer nivel no muestra signos de desaceleración. El orden mundial científico, anteriormente dominado por América, Europa y Japón, está cambiando.

Una forma de medir la calidad de la investigación científica es contar el número de artículos de alto impacto producidos cada año. En 2003, Estados Unidos producía 20 veces más de estos artículos que China. En 2022, China había superado a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) en la producción de estos artículos.

Calidad y cantidad en auge

Aunque las métricas basadas en citas pueden ser manipuladas, China lidera otros indicadores menos susceptibles de manipulación, como el Índice Nature, que cuenta las contribuciones a artículos publicados en revistas prestigiosas. En 2014, China ocupaba el segundo lugar, con menos de un tercio de las contribuciones de Estados Unidos. Para 2023, China había alcanzado el primer lugar.

Según el Leiden Ranking, que mide la producción de investigación científica, seis universidades o instituciones chinas están ahora en el top 10 mundial. Nombres como las universidades de Shanghai Jiao Tong, Zhejiang y Peking (Beida) están alcanzando el mismo nivel de reconocimiento que Cambridge, Harvard y ETH Zurich. “Tsinghua es ahora la universidad número uno en ciencia y tecnología del mundo”, dice Simon Marginson, profesor de educación superior en la Universidad de Oxford.

Liderazgo en ciencias físicas y aplicadas

China lidera mundialmente en ciencias físicas, química, ciencias de la Tierra y medioambientales, según el Índice Nature y las medidas de citas. Estados Unidos y Europa aún mantienen una ventaja significativa en biología general y ciencias médicas. China también domina las publicaciones sobre paneles solares de perovskita y ha desarrollado nuevas formas de extraer hidrógeno del agua de mar. En mayo de 2023, científicos chinos, en colaboración con una empresa energética estatal, anunciaron la creación de una granja piloto de hidrógeno flotante.

China también produce más patentes que cualquier otro país, aunque muchas son mejoras incrementales en diseños existentes. Su fuerte base industrial y energía barata permiten una rápida producción a gran escala de innovaciones físicas, lo que representa una ventaja competitiva frente a países occidentales.

Avances en investigación aplicada y equipamiento científico

El país ha hecho demostraciones de su capacidad científica en formas más visibles. Este mes, la sonda Chang’e-6 de China aterrizó en un cráter en el lado oculto de la Luna, recogió muestras de roca y plantó una bandera china antes de regresar a la Tierra. Si la misión tiene éxito, será la primera en traer muestras de esa zona de la Luna.

El éxito de la ciencia en China se ha logrado mediante la inversión estratégica en tres áreas: financiamiento, equipamiento y talento humano. Desde 2000, el gasto en investigación y desarrollo (I+D) ha crecido 16 veces. Aunque China aún gasta menos que Estados Unidos en I+D total, ha superado a Estados Unidos en gasto por parte de universidades e instituciones gubernamentales.

Los programas como «Proyecto 211», el «Programa 985» y la «Liga de las Nueve Universidades de China» han sido fundamentales para el desarrollo de capacidades de investigación. Las universidades ofrecen bonos sustanciales al personal que publica en revistas de alto impacto, atrayendo a investigadores de alto calibre.

Colaboración y retos futuros

China sigue atrayendo a muchos de sus científicos formados en el extranjero, incentivándolos con programas como el «Youth Thousand Talents». A pesar de las sospechas crecientes hacia los científicos chinos en el extranjero, el número de investigadores que regresan al país supera al de los que se marchan.

El equipamiento en los laboratorios chinos es impresionante. La inversión en equipos de alta tecnología ha dotado a los laboratorios chinos de capacidades avanzadas, comparables o superiores a las de los laboratorios occidentales. Sin embargo, a pesar de estos avances, China todavía tiene desafíos por superar, como la calidad variable de la investigación entre sus universidades y las prácticas éticas en la investigación.

La ascensión de China en el panorama científico global es innegable y continúa avanzando a pasos agigantados. Aunque enfrenta desafíos y críticas, su capacidad para atraer talento, invertir en infraestructura científica y producir investigaciones de alto impacto asegura que seguirá siendo una fuerza dominante en la ciencia mundial.

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