El  Día Internacional de la Mujer Emprendedora , una conmemoración instaurada por la ONU en 2014, surge no solo como un recordatorio de la tenacidad y el ingenio femenino en el mundo empresarial, sino también como una fuente de inspiración y un llamado a la acción.

Celebrado cada 19 de noviembre, el Día Internacional de la Mujer Emprendedora conmemora una larga historia de esfuerzos y éxitos de mujeres en el emprendimiento. Este día rinde homenaje a sus logros y reconoce las barreras que han superado para convertir sus sueños en realidades tangibles.

Al mirar hacia atrás, encontramos un mosaico de rostros y historias: desde las vendedoras ambulantes de la antigüedad, pasando por las artesanas medievales, hasta llegar a las líderes de la tecnología moderna. Cada una de estas mujeres, armadas con una visión y una determinación inquebrantables, no solo han forjado caminos en terrenos dominados por hombres, sino que también han contribuido de manera significativa a la economía y a la sociedad.

La instauración de este día por la ONU busca no solo celebrar estos logros, sino también impulsar un cambio más profundo. Se trata de un llamado a derribar las barreras sistémicas que aún enfrentan las mujeres en el mundo empresarial: desde el acceso desigual a la inversión y recursos, hasta la brecha de género en puestos de liderazgo. Es un recordatorio de que el empoderamiento de las mujeres emprendedoras no solo es una cuestión de justicia social, sino también un motor clave para el desarrollo económico y la innovación.

En este contexto actual, donde los desafíos globales como la pandemia de COVID-19 han impactado desproporcionadamente a las mujeres, el Día Internacional de la Mujer Emprendedora adquiere una relevancia aún mayor. Se convierte en una plataforma para destacar la resiliencia y creatividad con la que muchas emprendedoras han respondido a estos tiempos de crisis, adaptándose y reinventándose.

Además, ilumina la urgencia de apoyar y fomentar el espíritu emprendedor femenino, no solo como un medio para la recuperación económica, sino como un pilar fundamental para construir un futuro más equitativo y sostenible.

Así, el Día Internacional de la Mujer Emprendedora es mucho más que una celebración; es un compromiso colectivo con la igualdad de género, un reconocimiento de la fuerza transformadora de las mujeres en el mundo de los negocios y una invitación a seguir trabajando juntos hacia un futuro donde las aspiraciones y los sueños de las mujeres emprendedoras sean no solo posibles, sino una realidad cotidiana.