Mario Draghi, ex presidente del Banco Central Europeo, ha desgranado una visión estratégica y decidida para revitalizar la industria europea en un discurso, en el Monasterio de San Jerónimo de Yuste, donde recibió el Premio Europeo Carlos V, que se contextualiza dentro de una serie de iniciativas y peticiones clave de la Unión Europea.

En un esfuerzo por enfrentar los desafíos económicos y fortalecer la competitividad global, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, solicitó en junio de 2023, al ex primer ministro italiano, Mario Draghi, la elaboración de un plan integral para revitalizar la industria europea. Este movimiento subraya la urgencia y la importancia de implementar estrategias que no solo impulsen el crecimiento económico, sino que también aseguren la resiliencia y sostenibilidad de la industria europea en un mundo post-pandemia. Se espera que el informe sea presentado en las próximas semanas.

Este discurso en el Monasterio de Yuste viene después del reciente informe Letta, el cual también subraya la necesidad urgente de un plan industrial coherente y coordinado para hacer frente a los retos tecnológicos y geopolíticos actuales​.

Desafíos y prioridades

Europa enfrenta desafíos críticos que amenazan su modelo social y económico, requiriendo una estrategia industrial robusta. Mario Draghi destacó la importancia de abordar estos problemas de manera inmediata para asegurar el futuro del continente.

Entre los principales retos se encuentra el envejecimiento de la población, que ejerce una presión significativa sobre los sistemas de bienestar social y las economías nacionales, afectando negativamente la productividad y el crecimiento económico debido a la creciente demanda de servicios de salud y pensiones mientras disminuye la fuerza laboral.

Otro desafío fundamental es la rápida evolución tecnológica, especialmente en áreas como la inteligencia artificial y la digitalización. Europa necesita adaptarse a esta transformación para mantenerse competitiva frente a Estados Unidos y China, que lideran en estas tecnologías. Draghi subrayó la necesidad de aumentar significativamente la inversión en investigación y desarrollo, digitalizar la industria y adoptar nuevas tecnologías para mejorar la productividad y fomentar el crecimiento económico.

Además, Draghi resaltó la importancia de fortalecer las capacidades de defensa y seguridad de Europa y la transición ecológica. La inversión en tecnologías militares avanzadas y la coordinación en la política de defensa son esenciales para reducir la dependencia de actores externos.

Asimismo, la transición hacia fuentes de energía más limpias requiere inversiones masivas en infraestructuras y tecnologías verdes para cumplir con los objetivos climáticos, desarrollar un mercado energético integrado y sostenible, y aumentar la resiliencia frente a futuras crisis energéticas. La autonomía estratégica es también crucial, implicando la reducción de dependencia de países no fiables y la coordinación de acuerdos comerciales para asegurar las cadenas de suministro en sectores críticos.

Productividad: Clave del crecimiento

El crecimiento de la productividad es fundamental para el desarrollo económico y la competitividad de Europa, según Mario Draghi. La productividad mide la eficiencia en la producción de bienes y servicios y es clave para el bienestar económico. Sin embargo, el crecimiento de la productividad en Europa ha sido insuficiente en comparación con Estados Unidos y China, afectando negativamente el PIB per cápita europeo. Desde principios de la década de 2000, este crecimiento ha disminuido debido a una inversión insuficiente en sectores clave como la tecnología y la digitalización.

El sector tecnológico es un área donde Europa se ha quedado rezagada, afectando significativamente su productividad. Sin el sector tecnológico, el crecimiento de la productividad de la UE en las últimas dos décadas sería comparable al de Estados Unidos.

La inteligencia artificial (IA) es un ejemplo claro, con una gran parte de los modelos desarrollados y dominados por empresas estadounidenses. Esto resalta la necesidad urgente de Europa de aumentar su inversión y enfoque en tecnología y digitalización para cerrar esta brecha de productividad.

Para abordar estos desafíos, Draghi propuso varias medidas políticas, incluyendo la reducción de costos energéticos, que actualmente afectan negativamente la competitividad de las industrias europeas.

Además, destacó la necesidad de aumentar la inversión en investigación y desarrollo (I+D) y mejorar las condiciones para que las empresas europeas puedan escalar y competir globalmente.

También subrayó la importancia de recalificar la fuerza laboral europea para que los trabajadores puedan dominar nuevas tecnologías, promoviendo sistemas educativos reforzados y la contratación de talento internacional, asegurando así que la innovación se extienda rápidamente por la economía.

Estrategias energéticas y digitales

Desarrollar estrategias energéticas y digitales es crucial para aumentar la competitividad de Europa, según Mario Draghi. La reducción de los costes energéticos es fundamental, dado que los precios de la electricidad en Europa son significativamente más altos que en Estados Unidos, afectando la competitividad de las empresas europeas.

Para abordar esto, se necesita acelerar la inversión en energías renovables, mejorar y expandir las redes eléctricas, y modificar las reglas del mercado para desvincular los precios de la energía renovable de los combustibles fósiles, permitiendo así una distribución más eficiente y reduciendo la dependencia de recursos naturales limitados.

La digitalización también es un pilar esencial en la estrategia de Draghi. Europa necesita aumentar la inversión en infraestructuras digitales como la computación en la nube y la inteligencia artificial, áreas donde actualmente está rezagada en comparación con Estados Unidos y China.

Para implementar estas estrategias, Draghi subrayó la importancia de una mayor coordinación a nivel europeo. Esto implica establecer políticas comunes para la administración pública digital y eliminar los obstáculos que impiden la actividad transfronteriza dentro del mercado único europeo. Un conjunto único de normas para la computación en la nube y la integración de tecnologías digitales en toda la economía europea son necesarios para asegurar un crecimiento económico sostenido y resiliente.

Innovación y escalabilidad

Impulsar la innovación y la escalabilidad en Europa es crucial para cerrar la brecha de productividad con otras economías avanzadas. Sin embargo, Europa enfrenta un déficit significativo en inversión en investigación y desarrollo (I+D) en comparación con Estados Unidos, lo que se traduce en una falta de financiación para la investigación básica y aplicada.

Mario Draghi propone aumentar el apoyo financiero a universidades y centros de investigación y fomentar la innovación disruptiva mediante el respaldo a startups y empresas emergentes, facilitando su acceso a financiamiento y recursos tecnológicos.

Para mejorar el entorno regulatorio y permitir que las empresas escalen sus innovaciones, Draghi subrayó la necesidad de eliminar obstáculos a la actividad transfronteriza en el mercado único europeo. Esto incluye la armonización de normas para tecnologías digitales y la revisión de regulaciones prudenciales que limitan la financiación a startups. Un régimen regulatorio común y la simplificación de la administración pública digital son esenciales para crear un mercado más integrado y competitivo.

Finalmente, Draghi enfatizó la importancia de la escalabilidad y la competencia para que las empresas europeas compitan globalmente. Propuso apoyar a las startups en su fase de crecimiento, facilitando la transición de pequeñas y medianas empresas a grandes empresas y evitando la concentración excesiva del mercado. Además, destacó la necesidad de recalificar la fuerza laboral mediante la inversión en educación y formación profesional, y la atracción de talento internacional para cubrir lagunas de habilidades y aportar nuevas perspectivas.

Seguridad y suministro de recursos

Asegurar los recursos esenciales y minimizar la dependencia de Europa de países no fiables es fundamental para la estabilidad económica y la seguridad nacional, especialmente en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas.

Europa enfrenta una alta dependencia de importaciones de recursos críticos, como minerales y energía, provenientes de regiones políticamente inestables. Esta dependencia pone en riesgo la seguridad económica y la capacidad de Europa para responder a crisis globales, lo que subraya la necesidad de una estrategia integral para la cadena de suministro de minerales críticos y una mayor inversión en infraestructuras energéticas.

Para abordar estas vulnerabilidades, es esencial una política exterior económica robusta que coordine los esfuerzos de los Estados miembros de la UE en comercio y suministro de recursos.

Establecer acuerdos comerciales preferenciales con países ricos en recursos y gestionar reservas estratégicas de minerales y otros recursos críticos son medidas necesarias para diversificar las fuentes de suministro y reducir la dependencia de un solo proveedor. Esto también incluye la creación de plataformas europeas dedicadas a la cooperación y coordinación en el suministro de recursos, facilitando la adquisición conjunta, la diversificación de suministros y el almacenamiento estratégico.

Además de asegurar los suministros de recursos, es crucial desarrollar una capacidad industrial robusta en sectores estratégicos dentro de Europa. Fomentar la producción local de componentes tecnológicos críticos, como baterías y paneles solares, y establecer alianzas industriales a nivel europeo puede reducir la dependencia de importaciones, crear empleos de alta calidad y mejorar la resiliencia de las cadenas de suministro. Invertir en investigación e innovación es también fundamental para desarrollar alternativas sostenibles a los recursos críticos y mejorar la eficiencia en su uso.

Financiación e inversiones

Para financiar las necesidades de inversión, Draghi recomendó movilizar tanto el financiamiento público como el privado para satisfacer las necesidades de inversión en Europa, esencial para el crecimiento económico y la competitividad global.

Subrayó los desafíos que enfrenta el financiamiento público debido a la ausencia de un presupuesto federal en la UE, lo que contrasta con Estados Unidos donde el gasto en investigación e innovación es más eficiente. Para mejorar la eficiencia, propuso una mejor coordinación y racionalización de los instrumentos de financiamiento y simplificar los proyectos europeos de interés común.

En cuanto al ahorro privado, Draghi señaló la necesidad de movilizarlo a una escala sin precedentes, profundizando en los mercados de capital riesgo, acciones y bonos. Avanzar en la Unión de Mercados de Capital (CMU) es crucial para canalizar el ahorro privado hacia inversiones productivas. También sugirió fomentar la inversión en infraestructuras críticas y propuso que la emisión de deuda pública para financiar estas inversiones podría ser autofinanciable a largo plazo debido a su alto retorno económico y social.

Para atraer inversión privada, es necesario crear un entorno favorable mediante la revisión de regulaciones más prudentes y la oferta de incentivos fiscales y subvenciones específicas.

Draghi también resaltó la importancia de la financiación conjunta a nivel europeo, como la emisión de eurobonos y otros instrumentos de deuda conjunta, que pueden proporcionar los recursos necesarios para grandes proyectos paneuropeos y mejorar la cohesión económica. Además, enfatizó la financiación para la transición verde, crucial para cumplir con los objetivos climáticos y generar crecimiento económico sostenible.

Unidad y acción coordinada

Mario Draghi subrayó la importancia de la unidad y la acción coordinada entre los Estados miembros de la Unión Europea para enfrentar los desafíos actuales y futuros. Resaltó que la cooperación estrecha y eficaz es crucial para implementar estrategias que aseguren la competitividad y estabilidad de Europa en el escenario global. La integración del mercado único y una política de defensa común son áreas críticas para mejorar la eficiencia y reducir la dependencia de proveedores externos, fomentando la innovación y la producción local.

La coordinación en políticas de inversión es esencial para maximizar el impacto del gasto público y privado. Draghi propuso la simplificación y expansión de los proyectos europeos de interés común y la implementación de una política exterior económica conjunta. También destacó la necesidad de utilizar instrumentos de financiamiento conjunto, como eurobonos, para movilizar recursos a nivel europeo y financiar grandes proyectos paneuropeos. Además, profundizar en la Unión de Mercados de Capital es crucial para canalizar fondos privados hacia inversiones productivas.

La solidaridad y el compromiso con valores comunes son fundamentales para la unidad europea. Draghi enfatizó la importancia de mantener altos niveles de protección social y equidad, asegurando la cohesión social y política dentro de la UE. Resaltó la necesidad de políticas de inclusión social y colaboración en educación y formación para recalificar a la fuerza laboral europea, asegurando que los trabajadores estén preparados para los desafíos tecnológicos y económicos del futuro.

La propuesta de Draghi, respaldada por el reciente informe Letta, traza una hoja de ruta clara para que Europa enfrente los desafíos del siglo XXI y asegure su posición en el escenario global​